COVID y ojos
CÓMO AFECTA EL COVID A NUESTROS OJOS?
Se estima que unos 1.300 millones de personas sufren de alguna clase de deficiencia o alteración visual en el Planeta. A este dato, hay que sumarle las patologías y transtornos producidos por la pandemia.
EL IMPACTO DIRECTO
El primer trabajo que estableció la relación entre conjuntivitis y Covid-19 se publicó en The Journal of Medical virology tras analizar las secreciones lagrimales de contagiados. Paralelamente el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani de Roma concluyó que el virus SARS-CoV-2 está activo en las secreciones oculares de los pacientes positivos. La investigación, publicada en Annals of Internal Medicine, determina que el virus puede replicarse en las conjuntivas además de en el sistema respiratorio. En la misma línea van las investigaciones del madrileño Hospital Clínico San Carlos. En un reciente trabajo concluye que padecer conjuntivitis puede suponer el primer síntoma de haber contraído la infección por coronavirus. En el estudio se recoge que uno de cada diez pacientes hospitalizados por covid podría desarrollar conjuntivitis relacionada con el virus
La también investigadora y directora de la Unidad Operativa de Virus Emergentes del Laboratorio de Virología Spallanzan, Concetta Castilletti, sostiene ya que los ojos son una de las puertas de entrada del virus en el cuerpo, y una fuente potencial de contagio a través de las lágrimas. Según ella no se ha dado la importancia que debiera al contagio a través de los ojos, ya que es muy frecuente la tendencia que tiene el ser humano a tocarse la cara y en especial los ojos.
EL EFECTO COLATERAL
Pero hay más consecuencias que han afectado a nuestra salud visual debido al confinamiento en los domicilios. Los más afectados son los niños, cuyos mecanismos de filtración y acomodación no están aún desarrollados y el hecho de no fijar la vista a una distancia superior a 5 metros está resultando catastrófico para el desarrollo normal de sus ojos
Por otro lado. el uso y abuso indiscriminado de pantallas para el desarrollo del trabajo telemático así como de actividades escolares y de ocio ha incrementado la tasa de miopía, presbicia, fatiga visual, síndrome del ojo seco, irritación ocular, trastornos severos en los mecanismos de la acomodacíón, sobre estimulación y consecuentemente insomnio. Todo esto viene directamente relacionado al desmesurado tiempo de exposición a las pantallas digitales y a la drástica reducción de las horas que pasamos en actividades al aire libre.
Prácticamente todas las patologías se han visto afectadas de una u otra manera por la Covid, y agravan las cifras ya de por si abrumadoras sobre la salud visual en el mundo: 188,5 millones de personas tienen una deficiencia visual moderada con respecto a la visión de lejos, 217 millones tienen una deficiencia visual de moderada a grave, 826 millones de personas tienen una visión de cerca deficiente y 36 millones son ciegas.
Una vez más, los descansos de los dispositivos digitales se hacen necesarios. Marcar las pautas de forma regular en forma de bloques de trabajo, manterer las distancias de las pantallas, y levantarnos con regularidad de la silla, así como fomentar actividades al aire libre en la medida de lo posible, aliviará los efectos colaterales sobre nuestros ojos.
Mantener una correcta higiene visual, bien con lavados oculares o gotas, ayudarán a combatir las sequedad ocular producida por la sobreexposición a pantallas y el efecto mascarilla.